EL REGRESO DEMORADO DEL CUERNO FRUSTRADO
Cuatro confluencias para probar un embrague nuevo

 13 y 14 de Noviembre de 2010

                El intento, para mi frustrado en lo personal, aunque exitoso a nivel grupal, dejó mi nueva chata herida en la ciudad de Jesús María, gracias a la generosa y desinteresada colaboración del grupo de Pasión 4x4, que ya había cumplido con creces ayudandome a extraerla desde las entrañas de la Cordillera hasta Guandacol.

                Sin pedírselo, me “obligaron” a seguirlos (improvisada cuarta de remolque mediante) hasta algún lugar más cómodo para hacer la reparación. Los avatares de ese traslado están aquí.

                Después de una semana de coordinar con un taller el desarme, se confirmó el diagnóstico inicial: el disco de embrague había desaparecido. No había dado indicios previos de desgaste y de problemas de funcionamiento, pero el disco era el original y seguramente los forros tenían ya poco espesor. El enorme esfuerzo que significó vencer la Cuesta del Viento en el intento de llegar a la laguna del Cuerno se llevó lo poco que quedaba y entonces el acoplamiento terminó siendo metal con metal, vaya a saber a que temperaturas. Al enfriarse se desacopló y nunca más funcionó.

                Las fotos son elocuentes, sobre todo al compararlas con un disco similar, pero gastado normalmente.


Abajo y a la derecha un disco gastado, arriba y a la izquierda lo que quedó del que se destruyó


A la izquierda el destruido y a la derecha uno gastadito


La suerte de la placa, que no solo se rayó, sino que se fisuró por alta temperatura

                Mandé los repuestos desde Bs As y 10 días después, la Pampa 02 estaba de nuevo lista para salir al ruedo, aunque lejos de casa. Inestimable fue la colaboración de mi amigo Facundo Molina para que todo salga bien y fácil. Me tomé un micro el viernes después del trabajo en Bs As y me fui a buscarla, con la idea de venirme derecho a casa.

                Pero, como siempre me pasa, el diablo mete la cola y entonces, cuando el sábado al mediodía estaba cargando nafta en Jesús María con la chata llena de bártulos de la expedición anterior, se me ocurrió que podría dar una “vueltita” para probarla, aprovechando que tenía a mano el antiguo Camino Real al Alto Perú.

                y por qué no? Después de todo habíamos tenido una ruptura (en realidad una rotura) en la pareja con la Pampa 02 y había que tomarse una luna de miel para reconciliarse. Así que rápidamente cambié mis planes y decidí alargar un poco el regreso haciendo un poquito de turismo por las sierras y porque no, capturar alguna confluencia del norte cordobés y visitar alguna que otra ignota estación ferroviaria. A diferencia de mis viajes habituales, no tenía planes ni recorridos pre-estudiados así que sería “a lo que salga”.

                El punto de partida fue la estación ferroviaria de Jesús María, moderna predecesor a de la posta de carretas de la época colonial, donde tomé las primeras fotos. A continuación buscando el Camino Real pasé delante del predio donde se hace el clásico Festival Internacional de Doma y Folklore.


Primera curiosidad en Jesús María: árboles que crecen en medio de las calles recién asfaltadas !!!!!


Punto de partida: la estación ferroviaria de Jesús María


Anfiteatro donde se hace el clásico Festival de Doma y Folklore todos los Eneros

Al cruzar el puente del rio Los Dos Ríos (así lo llama IGM), entré al Camino Real, que por allí atraviesa las viejas estancias jesuíticas aún en pie y paseando por un perfecto camino ripiado, me llegué hasta la posta de Sinsacate. El trayecto pintoresco y tranquilo, ya había encendido mi afán de aventura y empezó a quedarme chico el paseo pensado.


 
Pasajes del Camino Real


Posta de Sinsacate

                A la altura de Barranca Yaco, me acordé que la confluencia 30°S 64°O estaba cerca del Camino Real pero mucho más al norte y decidí apuntarle con el GPS por el camino más corto, lo que sería la diversión del paseo, debido a que los mapas no estaban tan buenos.Esto me sacó del Camino Real hacia la RN 9, lo que sin duda me haría ganar tiempo.

               Se sucedieron Villa del Totoral, Las Peñas, San José de la Dormida y Santa Helena mientras las serranías de Ambargasta iban tomando forma, cada vez más cerca. En Santa Helena dejé la RN 9 por una serpenteante ruta de asfalto nuevita que me introdujo en las sierras y me depositó en Cerros Colorados, un caserío encajado en las estribaciones de sierras de areniscas rojas, donde se ha establecido una Reserva Natural y Cultural debido a la belleza de su geografía y por el patrimonio arqueológico que encierra. Más info, aquí.


Camino recién asfaltado a Cerros Colorados


Cartel de bienvenida al pueblo

 
Paisajes del pequeño poblado

                Muy bonito sitio para visitar con tiempo, que no era mi caso, que tenía enfocado mi loco objetivo confluenciero. No por nada Atahualpa Yupanqui lo había elegido como su lugar de descanso en su vida y en su muerte. Desde allí parte un pintoresco camino de cornisa hacia Caminiaga asciende lentamente por una quebrada. Se cruza un par de cristalinos arroyos, con bastante vegetación y curiosamente aparecen algunas palmeras aisladas, aparentemente impropias de este paisaje.


Camino a Caminiaga


 Bucólicos paisajes serranos


Palmeras impropias del paisaje

                A 7 km de la confluencia  30°S 64°O, debo abandonar el modo “camino más corto” por “fuera de carretera” ya que el GPS, al no encontrar opciones, enloquece. Me acordaba que por el Camino Real, al oeste de Caminiaga, el “descubridor” la había logrado después de una larga caminata de 3 km por el monte.

                Así que hacia allí le apuntaba, aunque tenía la secreta esperanza de caminar menos, amparado en la Pampa 02. Mágicamente apareció una huella hacía el norte con buenas perspectivas, un poco antes del meridiano 64 y me metí.


Huella hacia el norte con buenas perspectivas confluencieras

                Poco transitada pero clara, se fue introduciendo en los campos, atravesando tranqueras por suerte sin candado, mientras la distancia se achicaba y el paisaje de palmeras se iba haciendo cada vez más dominante. Casi empezaba a creer que estaba en el Palmar de Colón. Un cartel “Establecimiento Chacras del Sauce” y una nueva tranquera me pusieron a 2 km y el camino seguía…

                Entré y a la altura del paralelo 30 la huella torció hacia el oeste achicando aún más la distancia, serpenteando por un verdadero palmar paradisíaco.


Empiezan a aparecer más y más palmeras


Acceso a Chacras del Sauce

El Palmar de Colón, pero en el norte de Córdoba, increíble !!!


Una especie de cauce rodeado de palmeras parecía una autopista a la confluencia 30S 64O

                A 1300 metros aparece el casco cuidado de una estancia con signos claros de estar habitada. Abro otra tranquera, entro y golpeó las manos: nadie sale aunque hay perros, gatos, cerdos, gallinas, caballos y ropa tendida.


Apareció el casco de las Chacras de Sauce, en un lugar paradisíaco

 
Estaba a sólo  1300 metros de la confluencia en un prolijo y equipado casco...



pero no aparecía nadie...

                Decido esperar a que alguien aparezca. Con el revuelo que armé no iba a tardar en aparecer alguien a ver quien era este intruso. Me preparé unos mates bajo un sol abrasador y dejé pasar una media hora. Nadie vino.

                Y ahora? La tranquera que seguía implicaba pasar por el patio de la casa. Dejar la chata con todas las cosas encima sin avisar no me parecía respetuoso. Me iba a tener que volver con las manos vacías pese a estar a 1300 metros de la confluencia?

                La respuesta fue si. Estaba solo y la intuición me decía que mejor no intentarlo de ese modo. Con todo el dolor del alma emprendí el regreso pensando en la opción del Camino Real más allá de Caminiaga pese a que ya era medio tarde. Vería qué hacer dentro un rato.

                Saliendo de las primeras tranqueras veo venir una camionetita blanca y le hago señas para que pare. Para y le pregunto si sabe cómo puedo ubicar a alguien de la “Chacras del Sauce”. Y ahí vino lo inesperado: Soy el dueño y me acompaña el puestero. Que anda necesitando, amigo?

                No lo podía creer, otra vez los Dioses estaban conmigo. Le expliqué mi propósito y no tuvo problemas en que trate de alcanzar el objetivo, con la sola condición que los mencione en el relato. El Sr Martínez y el Sr Medina tienen ganado su lugar y cumplo mi promesa en estas líneas y aprovecho a agradecer su buena predisposición para conmigo.

                No supieron decirme si la huella después del casco me iba a seguir acercando o no a la confluencia pero me dijeron que pruebe. Ellos iban a hacer unos arreglos en otros campos y luego volverían al puesto, así que en una de esas los volvía a ver.


A toda velocidad desandé el camino, ahora ya casi seguro del éxito

                A toda velocidad regresé al puesto, crucé la otra tranquera y me mandé por la tenue huella, casi desdibujada que se metía en el monte. Primero empezó a alejarse hacia el noroeste pero tozudamente la seguí un poco más y volvió a acercarse a la confluencia de nuevo

                A 1600 metros, se metió en una zona de piedras bien trialera que me obligó a bajarme y estudiar bien por donde pasar. Lo bien que me hubiera venido un copiloto !!!


La huella se desdibujó y se convirtió en offroad



Pasé algunos escaloncitos con mucho cuidado ya que estaba bien solito


Pampa 02 empezó a ganarse mi confianza

 
Cuando uno anda sin copiloto...

                Después de renegar un rato pasé los obstáculos (empecé a devolverle la confianza a la Pampa 02), abro otra tranquera y sigo ahora hacia el sur bordeando un alambrado pero pisando vegetación espinosa cada vez más cerrada. A 1300 metros veo que no vale la pena seguir con la chata.  Estoy igual que cuando estaba en el puesto, pero quien me quita la diversión. Ahora me tocaba caminar...

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