VACACIONES 2011- EL BOLSÓN DESCONOCIDO Y ALGO MÁS
Había prometido a mi esposa vacaciones normales sin offroad, ni confluencias, ni nada de eso. Pasear y descansar sería el objetivo principal.
Hacía mucho que no andábamos por la cordillera sureña en familia y una tentadora oferta de mi gran amigo Guillermo Loza, recientemente adoptado por El Bolsón, de ir a pasar unos días a su nueva casa, nos terminó de decidir. Iríamos a El Bolsón.
Los "chicos" esta vez no nos acompañaron por motivos diversos (básicamente porque “ya somos grandes, papá!”) y después de mucho tiempo volvimos a salir solos.
Como se imaginarán, la promesa del principio duró lo que un suspiro (tampoco mi señora se resistió mucho) y entonces el mix “paseo-descanso-aventura-amigos” se volvió realidad.
Sin los “chicos”, nos liberamos de los apuros por llegar y entonces las vacaciones empezaron con el traslado mismo, como es mi costumbre últimamente en todos los viajes. Es una manera de cambiar el sufrimiento de los enlaces saciando la sed de curiosear cualquier cosa que se cruce. Con algo de tiempo disponible, lo recomiendo ampliamente, ya que al fin del día, te hiciste 700 u 800 km sin darte cuenta.
DÍA 1: sábado 22 de enero
ENLACE FLORENCIO VARELA – RÍO COLORADOPor las dudas tiré la carpa y demás enseres de campamento en la Pampa 02 y el sábado al mediodía salimos sin destino prefijado para el día, el cual sería lo que Dios nos deparara. Abusando del entusiasmo del día de salida, a la tardecita ya estábamos en la zona de Carhué sin haber hecho mis insólitos desvíos. Allí, un incendio de banquina nos impuso casi una hora de detención que pagaríamos por la noche, buscando alojamiento infructuosamente.
La idea era ir a El Bolsón por la Línea Sur sin pasar por el Alto Valle, así que al llegar a la RN 35 tomamos hacia el sur para luego empalmar la RN 154 hacia Río Colorado, ambas excelentes y con poco tránsito.
En el camino hicimos algunos desvíos ferroviarios para conocer algunos lugares “raros”: uno la ignota estación Perú a la vera de la RN 35, en bastantes buenas condiciones y con una extraña cartelería de madera y más adelante, apenas entrados a la RN 154, el otrora importante centro ferroviario de Hucal, con sus grandes talleres y el populoso barrio, por supuesto todos abandonados. Aquí no pudimos investigar mucho porque nos empezó a correr la oscuridad pero dejamos la semilla para volver con más tiempo, ya que hay mucho para curiosear.
La noche cayó sobre la RN 154 indicando que dormiríamos en Río Colorado en algún hotel... Bueno, eso pensamos. Pero Río Colorado era una romería y nos recorrimos todos los hoteles, pensiones, moteles y demás y la respuesta invariable era: “tenemos todo ocupado”. Nunca se me ocurrió que podía pasar.
Pese a que no era el plan, como teníamos la carpa a bordo, nos fuimos al camping municipal donde había lugar, aunque no sobraba. Armamos la carpa cómo pudimos, ya bastante tarde, y pese al calor reinante nos fuimos a dormir enseguida para arrancar temprano por la mañana.
