MI TERCERA EXCURSIÓN AL OJOS DEL SALADO Y OTROS VOLCANES
(LA TRAVESÍA REBELIÓN DE LOS RULEMANES Y OTRAS ROTURAS)

23 al 30 de Marzo de 2013

 

DIA 1: UN DIFERENCIAL MOLIDO Y UNA GALLINA MUERTA

                El volcán más alto del mundo, con sus 6893 metros sobre el nivel del mar, debe tener buena señal porque nos llama con frecuencia. No se tarda demasiado en armarse una expedición cuando ello ocurre, sobre todo por el entusiasmo de los que ya fuimos alguna vez.

                Dos veces ya había estado en las cercanías del Ojos del Salado en años anteriores, las dos veces de copiloto. Una vez con Eduardo Cinícola y otra con mi alma gemela, Pablo Anastasio. Era hora que lo visitase con Pampa 02, manejando yo. Me tenía que hacer grande…

                No era tal vez la mejor ocasión ya que venía de una racha de roturas y desperfectos continuos en la chata, pero está claro que la única manera de ahuyentar los males es yendo a enfrentarlos y la única manera de ganar confianza es ganando batallas. Así que con Pampa 02 recién repuesta de una fisura en la tapa de cilindros y de algunas fallas en el sistema de inyección de combustible, le puse la proa hacia la tierra de volcanes, acompañado de Matías Fernández Long (Binlada) a quien las altas montañas del norte parecen haberlo atrapado para siempre.

                Esta vez el punto de encuentro del numeroso grupo de chatas y motos que recibimos el llamado del coloso sería el Hotel de Cortaderas, sobre la RN 60 que lleva al Paso de San Francisco. La cita se fijó para  el domingo 24 de marzo a las 10:00 de la mañana.

                Seríamos de la partida 18 locos conformando un equipo bien federal:

  • Eduardo Cinícola (Edu) y Andrés Pino (Andy) en la Cherokee desde BA

  • Diego Tognetti, con Pablo Pexa y Jose Samassa en la Bartola desde BA

  •  Germán Hernandez (Lokito) y Guillermo Pereyra (Macaco) en Toyota 2.8 desde MDQ y BA

  • Hugo Perret y Gastón Balonchard (Tonga) en la Toyota ex Mickey Mouse desde Rosario

  • Ignacio Garona (Nacho) y Aldo García (Aldotuc) en Mitsubishi L200, desde Tucumán

  •  Sergio Zerega (Pampa) y Matías Fernández Long (Binlada) en Suzuki Vitara Pampa 02 desde BA

  • Néstor Queralt, Marcelo Villano, en motos, desde BA

  • Raúl Hellberg, Adrián Pierantoni y Eduardo Molina López en motos y una Toyota Hilux blanca de apoyo, desde Tucumán

                El sábado anterior a la Semana Santa del 2013 nos encontramos con Edu y Andy puntualmente a las 7:00 en la típica YPF de Garín que está después del peaje en la Panamericana. Diego ya se había adelantado saliendo más temprano, cosa extraña, y estaba en San Pedro; Hugo y Germán ya estaban en Córdoba ya que habían dormido allí.

                Llovía un poco así que arrancamos tranquilos en tándem, con la idea de llegar por lo menos a una hora decente a Aimogasta o a Tinogasta; el domingo temprano arrimábamos a Cortaderas.

                Apenas pasamos Zárate, Eduardo comienza a sentir en la Cherokee un extraño zumbido que va “in crescendo” y poco antes de Baradero se debe detener preventivamente. Pampa 02 se hizo cargo y la remolcó hasta Baradero mismo, donde ubicamos un taller, que rápidamente diagnosticó y verificó que el diferencial trasero estaba casi hecho puré. No hay fotos de la remolcada, sería una falta de respeto al Maestro…

                Increíblemente eran los primeros 100 kilómetros de un diferencial nuevo, recién colocado. Edu se quería matar.

                Poco halagüeño el comienzo de la travesía, que se tragaba a la chata más poderosa y a Eduardo mismo, el alma mater de la expedición. Andy generosamente enseguida ofreció su camioneta, una SW4 automática sin preparar, para rearmar el equipo y continuar, pero para eso primero debían volverse a Bs. As. En el taller armaron de nuevo el diferencial, le pusieron grasa nueva con aditivos y emprendieron el regreso a tranco lento, mientras nosotros seguimos solos hacia el punto de encuentro, monitoreando cada tanto vía SMS que pasaba con ellos.

                Para nosotros el viaje transcurrió tranquilo y a buen ritmo, a tal punto que a las 20:30 estábamos en Aimogasta. Eduardo y Andy venían descontando kilómetros a toda velocidad y calculaban llegar aquí a eso de las doce de la noche, lo que nos parecía imposible.

                Nosotros decidimos continuar porque no estábamos cansados, no había tráfico y la noche estaba excelente, con un gran luna llena. Así pasamos Tinogasta y arribamos a Fiambalá antes de medianoche. A la pasada, de a poco habíamos ido llenando todos los bidones de combustible por las dudas y los teníamos completos.

                Como venían anunciando, increíblemente los retrasados estaban llegando en Aimogasta a medianoche. No quiero pensar el ritmo que le habían impuesto al viaje con la SW4!!!

                Todo venía tan bien que seguimos porque se me ocurrió que podríamos pasar la noche en uno de los refugios para tormentas que hay al costado de la RN60, lo cual fue una excelente idea porque nos acomodamos perfectamente, bien abrigados y gratis!!!. La verdad que daba lástima llegar tipo 2:00 de la mañana a Cortaderas y pagar una habitación por solamente unas horas, sin luz ni agua caliente, ya que después de medianoche apagan el grupo electrógeno y la caldera.

                Apenas estacionamos al lado del Refugio Nro 1 Gallina Muerta, un ruido a agua hirviendo me estremeció: inmediatamente me acordé del principio del fin en Salta, dos meses atrás. Levanto el capot con un miedo terrible…

                Pero esta vez la suerte estaba de mi lado. En Fiambalá había revisado el nivel del agua en el radiador y como le faltaba un poquito, fui a comprar refrigerante y como no tenían, bajé el capot y salimos, pero me olvidé de poner la tapa del radiador en su sitio:  la había apoyado sobre el filtro de aire. La tapa se aguantó en equilibrio indiferente 60 km de la RN 60 hasta el refugio y no se cayó, lo que podía haber arruinado el viaje de una manera idiota. El ruido al hervor era natural con el radiador destapado…

                Me acordé de la anécdota de Pexa y su tapa del tanque de nafta en el campo de Piedra Pómez: podría haberme pasado lo mismo.

Buenas noches


Nuestro "hotel" de la primera noche, el refugio GALLINA MUERTA


Binlada y Pampa en la "suite" de Gallina Muerta: los que estábamos muertos éramos nosotros

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            DIA 2: EN BUSCA DEL RÍO CAZADERO


Amanecer dominguero en el refugio en el valle de Chaschuil

                La decisión de usar el refugio fue perfecta porque dormimos muy cómodos, no pasamos frío y de paso hicimos algo de aclimatación para lo que se venía.  Algo interesante sobre los refugios de la zona: si bien no estaban operativos aún, han sido equipados con antenas satelitales y en breve dispondrán de Internet Wi Fi, lo que los hará terriblemente codiciados por los viajeros a la hora de pernoctar o comunicarse.

                Apenas despuntó el sol, desayunamos cómodamente disfrutando del paisaje del valle de Chaschuil y emprendimos el último tramito hasta Cortaderas. A las 9:00 de la mañana del domingo ya estábamos allí. Sólo faltaban Eduardo y Andy, que no tardaron en llegar.

                Motos y chatas estaban preparando todo para la salida y mientras tanto varios aprovechamos para conocernos personalmente ya que sólo éramos amigos de teclado.

                Los inconvenientes técnicos arreciaban, sumándose al de ayer de Eduardo: Diego había tenido problemas con suciedad en el circuito de combustible de la Bartola y estaban purgando las cañerías, Hugo y Tonga nos contaron que los persiguió la maldición del Tape y tuvieron que cambiar un rodamiento de rueda trasera en Córdoba. Por ahora Pampa 02 zafaba.

                Dejamos buena parte del combustible en el Hotel y a las 11 de la mañana salimos con rumbo al primer campamento de aclimatación, previsto en la zona del Real del Rasguido en el río Cazadero, a la entrada de la quebrada del Carbón.

                Esta vez no ingresaríamos por Las Lozas sino por Cazadero Grande, huella que por fin habíamos encontrado con la ayuda de las motos en su exploratoria previa del día de ayer.

                Este acceso es indudablemente mucho más sencillo que el que usamos siempre por Las Lozas y es el que utilizan los andinistas habitualmente. Se sube por una quebrada bastante suave, con algún sector con arena, hasta un mirador espectacular a 4800 msnm, desde donde se puede apreciar todo el arco volcánico: el Pissis, el Nacimientos del Cazadero, el Walther Penck, el Ata, el Olmedo, el Ojos del Salado, el Medusa, el Gendarme Argentino, El Muerto, El Nevado, El Fraile, el Incahuasi, el San Francisco y algún otro que seguro me olvido, ofrecen una recepción inolvidable a los expedicionarios.


Febril actividad en el estacionamiento de Cortaderas para poner todo a punto


Por la RN 60 rumbo a Cazadero Grande


Entrada a la huella que usan los andinistas que lleva al Walther Penck y al Ojos del Salado

 
La capilla de Cazadero Grande


Vadeando el río Chaschuil en la Vega Cazadero - Foto: ALDO GARCÍA


Tormenta de facha de Pampa 02 en Vega Cazadero - Foto: GASTÓN BALONCHARD


Un arenal en subida nos detiene momentáneamente, a mas de 4000 msnm


Y entre la arena y la altura, no queda otra que a desinflar - Foto: ALDO GARCÍA


El arenal era bastante blando y a veces debe ser peor a juzgar por el "ancla" que alguien dejó instalada para sortearlo

 
Un alto en el camino para esperar a Germán, que empezaba con sus problemas mecánicos


Mientras tanto Matías salió a investigar y nos mostró como seguía el camino, hacia un aparente "cul de sac"


Pero no, el "cul de sac" tenía salida y nos depararía una de los mejores paisajes de la travesía


Veníamos de allá abajo, por esa quebrada. Al fondo el valle por donde discurre la RN 60


La quebrada nos despedía con postales inolvidables


Cuando el GPS marcó 4800 msnm, un sinfín de volcanes se desplegó ante nosotros


Todos los seismiles se presentaron de golpe, para apabullarnos - Foto: GUILLERMO PEREYRA - Edición GASTÓN BALONCHARD


Un hermoso paneo de los señores volcanes seismiles


De izquierda a derecha: Cazadero, Walther Penck, Ata, Olmedo y el Ojos del Salado


De izquierda a derecha: El Nevado y El Fraile


El Incahuasi desde ángulos diferentes domina la escena

 

¡ Qué fácil es sacar buenas fotos aquí ! - Foto: DIEGO TOGNETTI

                Realmente es un espectáculo único e inigualable, encima con el cielo completamente despejado: la Madre Naturaleza a full. Ya a esta altura, me animo a decir que este mirador acababa de proporcionarnos la que sería la mejor postal del viaje. Es un catálogo de volcanes.

                A partir de allí, después de recorrer una amplia planicie de altura tapizada de coirones y dueña de unos multicolores e increíbles paisajes, una larga bajada por un afluente del Cazadero nos deposita en su cauce, el cual recorremos por un corto trecho hasta llegar a la zona del Real del Rasguido, a 4200 msnm, adonde llegamos a eso de las 17:00. Ideal para armar tranquilos el campamento y aclimatarse.

                Si bien el track está muy bueno, no soy muy optimista de su utilización futura ya que a lo largo del mismo hay varios lugares donde ya hay alambrados y otros donde han plantado postes de madera que preanuncian aún más alambrados, que tal vez sean difíciles de sortear. Posiblemente sean corrales para llamas, vicuñas o guanacos. Por ahora pudimos pasar simplemente esquivándolos pero imagino problemas para el futuro. O “peajes” tal vez…


Nuestros amigos motoqueros disfrutando de la planicie a 4800 msnm - Foto: DIEGO TOGNETTI


Los coirones colorean de amarillo intenso el paisaje de la puna y hacen levantar temperatura a los amortiguadores


Un Van Gogh natural impresionante: una de mis mejores fotos


Las nubes se asocian al espectáculo natural

 
Otra sinfonía de colores y van...


El Señor Walther Penck con ustedes

 
Nuestro gran objetivo de mañana, el gran coloso andino Ojos del Salado, el volcán más alto del mundo


La gran bajada al río Cazadero


El cauce del cazadero no nos hizo muy sencillo el avance

                El campamento finalmente no lo armamos exactamente en Real del Rasguido, que es el sitio que habitualmente utilizan andinistas, sino que lo instalamos un poco antes, enseguida después de un de un complicado vado del Cazadero que ofrecía más espacio y un poco más de reparo.

                Armamos las carpas y la mayoría cenamos frugalmente todavía con luz solar; en nuestro caso, Matías y yo sólo comimos una ensalada fresca de zanahoria, huevo y tomate más una sopita de taza bien caliente. Ventajas de la heladera de 12 voltios que permite comer liviano y natural.

                Apenas cayó el sol, antes de las 19:00 algunos que no se sentían muy bien se metieron en las carpas a pasar la larga noche. Otro grupo, encendimos una fogata con leñas de cuerno que habíamos juntado durante el trayecto y nos quedamos contando macanas y haciendo planes para mañana. A medida que apretaba el frío nos apilábamos cada vez más sobre el fuego hasta que a eso de las 22:00 todos nos fuimos al sobre cuando las llamas se extinguieron.

Buenas noches (al menos trataríamos que lo sean)


Buenas noches !! - Foto: RAÚL HELLBERG


Espectacular foto nocturna de nuestro campamento en el Cazadero - Foto: PABLO PEXA

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