UNA VIEJA ASPIRACIÓN CUMPLIDA

19 al 28 de Febrero de 2016

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PRÓLOGO

                Pese a los casi infinitos y fatigosos enlaces kilométricos que insumen los viajes a la Patagonia, estos poseen una rara atracción especial para muchos ya que no cuesta casi nada juntar amigos que quieran acompañarme a descubrir rincones todavía ocultos. A tal punto, que esta vez ni siquiera alcancé a cursar la clásica invitación general: unas pocas charlas acerca de mis intenciones sureñas y ya había once chatas dispuestas a acompañarme.

                El eje central del viaje que propuse era lograr el postergado y ansiado enlace cordillerano entre el Parque Nacional Perito Moreno y el lago Posadas, el cual está en mis planes desde el año 2006 cuando visité la zona por vez primera y conocí a Eduardo Lada, quien me habló de esa posibilidad.

                En esa época nadie había pasado excepto a caballo y a lo largo de todos estos años solamente algunas motos y cuatriciclos lo habían logrado, por lo que era hora que alguien lo intente con chatas 4x4.

                No solamente sería para sacarnos un gusto personal sino que tal vez podría ser la mecha que encienda que en algún futuro no muy lejano se trace un camino que permita acceder al Parque Nacional Perito Moreno sin necesidad de hacer el largo camino de 90 km de ida y de vuelta por la RP37 que suele desalentar a los ocasionales turistas que intentan asomarse por la gran cantidad de combustible que es necesario llevar encima. Una vuelta redonda, además de acortarlo, siempre hace atractivo los recorridos.

                Para engañar un poco los largos enlaces, el viaje se completaría con un relevamiento del río Deseado pasando por dentro de los Miradores de Darwin y por la costa norte de Santa Cruz con un campamento intermedio en Bahía Laura. Antes de meternos en el Parque Perito Moreno intentaríamos conocer el ignoto lago Guitarra. Y si todo salía bien y nos sobraba el tiempo (evento altamente improbable) trataríamos de descifrar el enigma del norte del lago Buenos Aires con la misteriosa RP45 que corre por encima de la frontera por Chile pero que no figura en ningún mapa. En definitiva, unos pocos 6000 kilómetros llenos de aventura.

                Todos estos objetivos secundarios eran “sobrantes” que quedaron pendientes de viajes anteriores y que tal vez esta vez podríamos resetear.

                El viaje se planteó para la última semana de Febrero ya que era la fecha límite para encontrar las mejores condiciones para el cruce, por el clima benigno y por la menor humedad de los mallines y de las trampas de piedra y lodo que solemos encontrar en esta zona cordillerana.

                Al acercarse la fecha, el grupo inicial de once chatas se redujo al nada despreciable de ocho, lo cual fue una enorme satisfacción por la convocatoria y por otra un desafío de coordinación cuando se trata de lograr objetivos múltiples. Es sabido que cuando el grupo es grande siempre hay motivos para demorarse aunque con la calidad y experiencia de los participantes seguramente no llegaría a ser un problema insalvable. Y no lo fue.

                Los que finalmente fuimos estamos AQUÍ
 

VIERNES 19 DE FEBRERO DE 2016: CLÁSICO ENLACE A BAHÍA BLANCA

FLORENCIO VARELA - CAÑUELAS - SAN MIGUEL DEL MONTE - LAS FLORES - AZUL - OLAVARRÍA - CORONEL PRINGLES - BAHÍA BLANCA

                Pese a las “zancadillas” habituales en el laburo cuando te vas de vacaciones, pude hacer uso del horario flexible de los viernes y salir de la oficina cerca del mediodía. Como tenía todo listo, a las tres de la tarde pude salir de casa rumbo a Bahía Blanca donde tenía que recoger a mi copiloto, Alejandro Bonnin, un gran amigo y ex-compañero de trabajo.

                Mi otro querido amigo Pablo Anastasio, habitual compañero de travesías, que otra vez no había podido despegarse del laburo para participar de la expedición, se ofreció a alojarme en su casa con un asadito y no me quedó otro remedio que aceptar el convite, así que con esfuerzo llegué a eso de las 22:00 con la cocción a punto y con la sorpresa de encontrar a otro compañero de aventuras, Ricardo Silvano quien nos acompañó hace muchos años al Agua Poca y es el autor de las foto de portada de mi página.

                El viaje empezaba de lo mejor, a tiempo y con amigos.

LO DEL PAMPA RUMBO AL RIO DESEADO  >>