06-Jul-2006

VIAJE AL CENTRO DE LA PAMPA

No sé porqué en todos mis viajes siempre alguna confluencia se “interpone” en mi camino.  Esta vez no sería diferente..........

Estaba en Santa Rosa, visitando viejos y queridos amigos, viendo algunas posibilidades para futuros trabajos, cuando me di cuenta que la nunca visitada 37°S 66°O estaba solamente a unos 150 km.
En mi tiempo libre, muchas de mis posibles capturas las tengo estudiadas y por lo tanto tenía disponibles tracks tentativos de acercamiento obtenidos del análisis de fotos satelitales grabados en mi notebook.

Esta confluencia está en un solitario lugar que es prácticamente el centro de gravedad de la provincia de La Pampa lejos lugares poblados y de rutas de asfalto. De acuerdo a las fotos satelitales la zona lucía similar a la de otra confluencia que visité en el pasado, la 36°S 66°O , de la cual guardo muy gratos recuerdos.

Junto con mi hijo Pablito, inseparable compañero de aventuras, decidimos ir por ella y entonces, nos levantamos muy temprano en la mañana para capturarla, ya que yo necesitaba tiempo durante el día para terminar las gestiones y citas que tenía programadas.

Cargué los waypoints y los tracks en el GPS y partimos hacia el oeste por la interminable ruta 14.

Los primeros 100 km. fueron de asfalto, envueltos en una espesa niebla que dificultaba el avance.
 

Después, doblamos hacia el sur por la ruta provincial 15 para encontrar el paralelo 37, a unos 20 km de la confluencia.
Cerca de allí encontraríamos alguna picada o cortafuego que nos conduciría directamente a la confluencia, de acuerdo a nuestros tracks tentativos. Encontramos el cortafuego, pero no había posibilidades de acceder a él, porque no había tranqueras cercanas.

Tuvimos que cambiar de planes y entonces nos pusimos a analizar algunos viejos mapas del Instituto Geográfico Militar (IGM) que tenía en la notebook. Normalmente estos mapas son de relativa utilidad en esta zona, ya que muestran viejas sendas que el tiempo borró pero ahora era lo único que teníamos a mano para obtener la clave para aproximarnos a la confluencia.

 

 

 

 

En uno de los mapas, vimos una senda que nos podía ser útil que atravesaba la estancia Meaucó y nos pusimos a buscarla desandando la ruta 15 hacia norte. Curiosamente la ruta 15 no existía en ese mapa; sin embargo, en una curva del camino, encontramos una tranquera cercana al inicio de dicha senda y entramos sin saber si efectivamente nos serviría hacerlo.

De todos modos el paisaje era muy interesante ya que parecía un mar de médanos tapizados de “olivillo”, una típica planta que crece en la arena cuando hay agua subterránea. Muchas lagunas en el medio de las dunas confirmaban porqué crecía tanto el olivillo.

Al cabo de un rato, la senda comenzó a llevarnos hacia el oeste y la distancia a la confluencia también comenzó a reducirse mientas zigzagueábamos entre los médanos.

Abrimos y cerramos varias tranqueras y encontramos algunos puesteros que nos confirmaron que la huella continuaba unas cuantas leguas hacia el oeste, pero no tenían idea si podríamos llegar a la confluencia, entre otras razones seguramente porque no entendían adonde queríamos ir.

En determinado momento, cuando hallamos una huella que nos conducía directamente en dirección sudoeste a la confluencia, apareció un jinete y nos detuvimos para solicitarle permiso para movernos adentro del campo. Él nos dijo que debíamos consultar al Sr Seivane, encargado de la estancia “El Retiro”, a 10 km de dónde estábamos. Con alguna duda respecto a si nos alcanzaría el combustible para volver a Santa Rosa ya que habíamos recorrido muchos más kilómetros que los planeados, fuimos a consultarlo. Fácilmente lo encontramos y amablemente nos concedió el permiso para movernos dentro de su campo. Además le preguntamos si eventualmente nos podía vender algo de nafta si fuera necesario, a lo que también nos respondió positivamente. Al consultarlo específicamente sobre cómo llegar a la confluencia, nos recomendó seguir hacia el oeste hasta el meridiano 66 y luego ir hacia el sur costeando el alambrado  a campo traviesa.

Agregó que donde la huella cruza el meridiano 66 era un punto particular, ya que allí convergen tres departamentos pampeanos: Loventué, Utracán y Limay Mahuida. Un viejo y pequeño árbol que allí creció lo llaman “el árbol de los tres departamentos”: sin quererlo, descubrimos una clase diferente de confluencia.

Entusiasmados por la información, continuamos nuestro camino: primero alcanzamos  “punto triple” con el simbólico árbol y después emprendimos un divertido recorrido completamente off road hacia el sur a través de las dunas por casi 5 km.

Finalmente llegamos al paralelo 37 y saltamos el alambrado para caminar los 250 metros que nos separaban de la confluencia. No tardamos en llegar y de ese modo logramos capturar otra confluencia más.

Para mi era la # 43 y para Pablito la # 25.

Tomamos las fotos obligatorias mientras disfrutábamos de “escuchar” el profundo silencio que nos envolvía en este solitario lugar.

Cuando estábamos de regreso, veníamos pensando que la zona sería un excelente lugar para realizar una travesía 4x4 con nuestros amigos de Puratracción en un futuro cercano. Cuatro confluencias están esperando por nosotros en la provincia de La Pampa y podrían ser la excusa perfecta para volver.

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