ACHUPALLAS

Finalmente, el domingo a las 8:00 estábamos en Ezeiza, en una estación de servicio, los que quedamos: dos motos (El Polaco y Néstor) y mi chata (Coco y yo). Llovía como nunca y creo que los cuatro estábamos ahí porque cada uno no quería dejar colgado a los otros tres. Estaba para tomarse un café y a seguir durmiendo… Pero la buena onda mata mal tiempo y decidimos “ir a ver que pasa”. En pleno aguacero, encaramos el primer enlace por la autopista a Cañuelas, de ahí la ruta 6 a Luján hasta la altura de Villars, donde nos largamos al primer “prime” hasta Navarro, donde visitaríamos la estación abandonada. Las fotos relatan por si mismas este primer tramo Desde la ruta 6 en pleno diluvio matinal, entramos a los caminos vecinales por Villars.



Los caminos pintaban lindo, sobre todos para las motos

 
Parada a acomodar los tantos, mucho zigzag ….


Seguimos metiéndonos en las fauces del barrito


Dónde carajo vamos?


Allá vamos

 
Como hacen para no caerse, no lo sé. Vean los zigzags..


A desinflar, sino porrazo seguro ¡!!

 A esta altura, en doble y con las Mud, en la chata iba como por un riel, disfrutando de las acrobacias motoqueras y tomando mate con facturas. Aún nos faltaba para llegar a Navarro. Cada vez más lindo


Primer tranquera fácil


Hermoso paseo rural

 
Parada técnica


Unos mates para los bípedos


 Una tranquera “infranqueable” en el medio del camino

NAVARRO


 Y llegamos a la vieja estación de Navarro, prima mayor de Buchanan, donde tendríamos las primeras sorpresas…

Cuando uno se aventura a investigar temas ferroviarios casi siempre el resultado es el mismo: desidia, abandono, vandalismo. Son pocos los “Cocos” que en solitario luchan contra eso. Sin embargo, en la estación de Navarro, encontramos a Beto, el antiguo Jefe de Estación que todavía está ahí, como esperando el tren…. En el video, nos cuenta su historia:

 

 Gracias a él podemos disfrutar de momento en el pasado, ya que muchísimas cosas de las épocas de esplendor, aún están allí, impecables, la gaveta de los boletos y la máquina fechadora.

 
Boletera y máquina fechadora


El reloj de la estación está funcionando (de afuera es un reloj común, pero adentro el mecanismo es el de un reloj de péndulo)


 
La estación luce bastante linda pese a los años y como tiene todos sus carteles, parece que uno retrocede en el tiempo…


Compárenla con muuuchos años atrás, está igual

 
Adentro ni les cuento, Coco estaba como chico en una juguetería: telégrafo, teléfonos a manija, libros de guardia, etc.

    

Todos jugamos a ser Jefe de Estación…


Conseguimos los horarios de los trenes de Buchanan

Como correspondía, le informamos al Jefe de estación, que seguíamos para Achupallas, parando en todas y nos extendió los boletos http://www.flickr.com/photos/srzerega/3305478562/in/set-72157614276609921/

Consejo: Si les interesa, no se pierdan la oportunidad de ir a ver este museo artesanal, les encantará verlo y escuchar la historia en Boca de Beto. Nosotros seguimos internándonos en el barro rumbo a Achupallas y a la confluencia 3560.

 Dejamos Navarro con la idea de enhebrar las estaciones siguientes por donde se pudiera. Una inoportuna pinchadura (en realidad se descogotó una cámara por andar con muy poca presión en la moto grande) nos demoró bastante apenas salimos. Encaramos el camino a Anasagasti costeando las vías, que si bien firme, tenía una espesa capa de chocolate que a las motos las complicaba. Ni les cuento el camión lechero que encontramos… http://www.flickr.com/photos/srzerega/3304547807/in/set-72157614276609921/

ANASAGASTI


 Anasagasti no es Navarro

 El ritmo se puso muy lento y decidimos no pasar por todas las estaciones. Salteamos Las Marianas y al llegar a uno de los afluentes del Salado, el arroyo Las Saladas, la otra moto pincho una cubierta. Como por supuesto seguía lloviendo, nos guarecimos bajo el puente y mientras reparaban, nos hicimos unos churrasquitos al disco, porque en todo viaje hay que comer un poco.


Arroyo Las Saladas 


Viejísimo puente de hierro

 
Alcantarillas y una Gomería y comedor improvisados

 Los peces no estaban en su mejor momento. Da mucha pena ver los efectos de la sequía

Churrasquitos al disco 
Gomería Las Saladas

                Seguimos para Villa Moll con las dificultades del barro creciente y con la cubierta de una moto desinflándose lentamente. Pasamos por Villa Moll bajo un aguacero y no paramos a investigar este pueblito que lucía interesante para estirar la agonía del aire encerrado en la cámara. El acceso a Villa Moll no era para autos (pobre gente, sino está de joda como nosotros)

 

 Al salir a la ruta 30, por la hora y por la cubierta, que cada tanto era inflado por mi ARB, volvimos s a cercenar el recorrido y descartamos Moquehua y Ramón Biaus, dejando la CF 3560 y Achupallas en vigencia. El camino a la CF 3560 se puso lindo y ahora no llovía

  
Esperando a las motos (la primera vez que puedo andar más rápido que ellos) 

Finalmente, llegamos a 150 metros de la confluencia 35°S 60°O, la que yace, en un mar de soja (para algunos un mar de zargazos….). Es mi captura número 80, registrada a las 17: 35 de la tarde.



 
Como se ve el mundo desde la confluencia


Néstor, Polaco y yo festejando la captura


Seguimos ahora Cañada Chivilcoy si estaba seca para rumbear directo a Achupallas por los puentes misteriosos.

 
 La Cañada Chivilcoy, muy lejos de estar seca, nos empujó a la ruta 5, dejando los puentes para otra incursión.


El río Salado, que también suponíamos seco, en el cruce con la R51

ACHUPALLAS


Y así llegamos a Achupallas, extraño pueblito desierto con una estación hermana de Buchanan casi inmaculada.

 
 

 Y así se terminó esta salida que empezó con un día horrible pero un objetivo y un grupo de amigos la convirtió en una hermosa experiencia.
Como por ahí escribió Gustavo de Claromecó Realmente quien tiene deseos de salir de aventura, cualquier lugar es maravilloso, pues siempre nos sorprendemos con lo que se descubre durante el andar Los misteriosos puentes de Achupallas siguen ahí, esperando que los vayamos a descubrir…..

Pampa

Marzo 2009