BODAS DE PLATA POR EL SUR DE CÓRDOBA

30 de Marzo al 02 de Abril de 2012

            ALGUNOS HALLAZGOS INTERESANTES AL NORTE DE LA CUMBRECITA Y
            ALGO DE MECÁNICA (Como siempre...)

            El sábado temprano, desayunamos y salimos de paseo, sin pretensiones de adrenalina. Le apuntamos a recorrer el circuito VGB - La Cumbrecita - Yacanto - El Durazno - Santa Rosa – VGB.

            El camino a La Cumbrecita es muy pintoresco y entretenido, pero para los que estamos acostumbrados a un poco de acción (mi esposa incluida) es como demasiado tranquilo. Ni hablar cuando llegamos a La Cumbrecita, lleno de gente, teniendo que pagar hasta para estacionar. Definitivamente no es lo que nos gusta, así que aproveché para romper el “acuerdo” y propuse salir a investigar caminitos, sin arriesgar demasiado más que por la relativa soledad.


Camino a La Cumbrecita, lleno de curvas y contracurvas. ...


... enmarcado por paisajes maravillosos

 
Puente Intiyaco sobre el río Los Reartes

            Aún apreciando el hermoso paisaje, “huimos” del gentío y empezamos a meter la trompa de la Pampa 02 por cuanta huellita que no tuviera tranquera con candado o prohibición de acceso. En varios casos nos clavamos y tuvimos que recular, pero el paseo ya tenía otro sabor, el de lo incierto, por “descubrir”.

            Así embocamos un camino a la estancia “Las Cañitas” que sale hacia el norte un poco antes de llegar a La Cumbrecita. Parece un camino privado, pero con tranqueras abiertas y sin carteles, no nos hicimos muchos problemas. El camino se volvió huella y se hizo interesante; en un momento se metió en una zona boscosa y se torno desparejo y poceado, pero sin problemas para la chata. Disfrutando de solitarios lugares fuimos avanzando hasta que llegamos al río  del Medio, frente a la estancia Las Cañitas, donde un puente hacia el mismo casco parecía indicar que ahí se terminaba el camino. Sin embargo, notamos que por un lateral de la estancia había una empinada y tenue huella que sugería su continuación hacia el norte y por supuesto que la encaramos.


La huella a Las Cañitas nos deslumbró con mil tonos de verde y ...


... otro tanto de grises y rojos

 
También le pasamos al costado a unos vigorosos viñedos

            Y bien que hicimos. Después de un complicado tramo de subida, reaparecía una huella clara que se perdía a lo lejos hacia el norte, serpenteando entre los cerros, mientras ganaba altura. parecía no está en Mapear gracias a mi modesto GPS chino que se puso al hombro que el 276C parece haber palmado, pero decidimos ir a ver adonde iba, total no habíamos violado prohibición alguna (al menos en el sentido en que nos movíamos, ya que por el espejo retrovisor vi algún "Propiedad Privada - No Pasar")

            Valió la pena, cruzamos unos tranquilos arroyitos y unas deliciosas pampitas con coirones hasta que accedimos a una zona de prospecciones mineras, notables por la gran cantidad de reflejos brillantes que confirmaban la presencia de cuarzo, feldespato y otras yerbas por el estilo.

        Cruzamos una camioneta que nos saludó naturalmente, así que seguramente la huella era pública y tenía salida; en el GPS apareció un camino que llevaba al dique Los Molinos y nuestra huella nos conducía a él, así que la salida estaba asegurada. El paseo se hizo bien interesante.


Serpenteantes y solitarios caminos serranos

 
Recorrimos pampas de altura tapizadas de coirones ...


...  y cada tanto decoradas por bonitas arboledas

            Al encontrar el camino de regreso, también encontramos a unos paisanos a caballo. Habíamos visto que en el terreno teníamos otras huellas que salían hacia el oeste con precarias tranqueras y les preguntamos adonde iban y si se podía entrar sin problemas.

            Amablemente nos respondieron que esas huellas se dirigían a Yatán, según ellos un lugar muy bonito sobre el río homónimo. Y lo más importante que no había inconvenientes en atravesar las tranqueras si no tenían candado. Y creían que no los tenían.

            Mirando los mapas del IGM ubico el paraje, que parece estar al pie de los Comechingones, decidimos cruzar la tranquera y tratar de llegar.  A lo lejos se veía desde arriba La Cumbrecita, ya que estábamos a más de 1000 metros de altura.

            La huella, primero plana sobre una pampita, se empieza a meter entre las piedras y si bien está muy marcada tiene un cierto parecido a la entrada al Áspero. Raro que nunca había escuchado de ella.

            A medida que avanzamos se vuelve más interesante y obliga a andar en baja. Se suceden los zigzag sobre el filo de los cerros y parece que nunca nos acercamos a los Comechingones. Algunas bajadas empiezan a tener pendientes interesantes para luego tener que repecharlas. Cruzamos a dos muchachos en moto que vienen de pescar y nos dicen que “falta mucho” para Yatán. Igual seguimos entusiastas.

            A medida que nos adentramos en las sierras, siento que algo no anda bien en el andar de la chata y con la excusa de “estamos solos y cualquier cosa sería un problema” pego la vuelta a mitad camino sin revelar el verdadero motivo. La última experiencia pampeana de seguir igual “total no pasa nada”, aún me pesa. Había notado cierta extraña pérdida de potencia, imperceptible andando en baja pero no era cuestión de arruinarle el paseo a mi esposa, para renegar salgo solo...


A lo lejos, vimos dos paisanos a caballo con sus perros


Eran abuelo y nieto que andaban de paseo por las sierras y amablemente nos asesoraron.


Abrimos una primer tranquera sin candado y le pusimos la proa a Yatán


La huella va buscando las crestas y se enreda entre grandes piedras, pero es fácil


Por momentos es un angosto pasillo entre las rocas, pero muy bien trazado


El paisaje serrano se vuelve más y más atrapante mientras se gana altura

 

Ideal para fotos facheras donde Pampa 02 se luce posando

 
Esa bajada es interesante, sobre todo la de la derecha


Hasta acá llegamos pero la huella seguía: faltaba bastante pero hubo retirada estratégica


Lugar ideal para almorzar: que restaurante tiene esta vista?

            Al salir al camino de ripio normal y volver a andar en alta, confirmo que algo pasaba aunque no preocupante. Con el dique Los Molinos a la vista pisamos el asfalto como para volver a VGB; allí el andar se volvió normal aunque sentía que “algo” faltaba al pisar el acelerador.

            Tan normal se volvió todo que al llegar a Los Reartes, tomé el viejo camino a La Cumbrecita por Villa Berna y seguir paseando por las sierras como si nada. Una detención a tomar fotos en una pequeña cuesta me mostró que efectivamente “algo” pasaba: no podía arrancar en primera, como si no tuviera potencia. Obviamente al poner la baja la moví y seguimos, pero ya con la certeza que no podría arriesgarme a nada sin solucionar el problema. También obviamente Adriana se dio cuenta y entonces decidimos volver a VGB y tratar de verificar que pasaba. Mis sospechas eran falta de presión de la bomba de nafta o inyectores sucios. Otra vez a hacer de mecánico en un viaje, últimamente estoy de liga…

            En VGB conseguimos un sitio donde poder trabajar en la playa de una gomería y allí me convencí que la bomba de nafta no tenía la presión normal, ya que al desconectar su descarga, podía aguantar la presión con el dedo, lo cual es imposible si anda bien.

            La cambio y listo, total tenía una de repuesto en la valija de herramientas - pensé.

            Por suerte antes de desarmar y armar el tanque de nafta, se me ocurrió probarla y resulta que… estaba trabada !!! La  rpmaqlrmp&#@!#$&)###!!!!!

            Era una que cambié mientras aún andaba, pero se ve que con el tiempo se resecó y se bloqueó. Y ahora? A buscar un sábado a la tarde de fin de semana largo una bomba de nafta en VGB. Felizmente, la única casa de repuestos, EUROCAR, estaba abierta y tenía una similar. La compré pagándola $250 y le pedí permiso para trabajar en el estacionamiento por si llegaba a necesitar otro repuesto. Saco el tanque, saco la bomba, la cambio y cuando hago la prueba casera de presión, la misma dio el resultado esperado: con el dedo no podía aguantar la presión. Vamos todavía !!!

            En pleno armado se acerca el dueño de la casa de repuestos y me dice que se había equivocado y que el precio de la bomba era $350. Para no discutir le pagué sin muchas ganas...

            Pasado ese mal momento, pongo en marcha y salgo a probarla y resulta que andaba perfecto, así que cansados pero contentos nos fuimos al departamento sabiendo que mañana podríamos seguir de paseo sin problemas. Por la noche salimos a pasear por el centro de VGB, que estaba lleno de gente como era de esperar.


Villa General Belgrano sábado por la noche

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