UNA CONFLUENCIA Y UNA FERROVIARIA IMPENSADA EN LA LÍNEA SUR RIONEGRINA

PRÓLOGO

Dentro del cofre donde guardo el inagotable conjunto de viajes por hacer, que cada tanto tengo que ampliar porque no cierra la tapa, había un viaje que siempre “flotaba” sobre todos los demás, haciendo señas desesperadas pidiendo que lo saquen de allí.

Capturar la confluencia 41°S 69°O no es un destino atractivo de por sí, pero la sangre en el ojo de no haber podido llegar en otro intento dos años atrás y sabiendo que después  dos “competidores” tampoco pudieron, hacía que con mi  inseparable amigo y colega confluenciero Pablo Anastasio, recurrentemente planeáramos volver a probar suerte y liquidarla de una buena vez.


La 41°S 69°O es la última que faltaba en Río Negro

El fin de semana largo que se creó con el 9 de Julio y el asueto sanitario nos obligó a ir. Aislados íbamos a estar aislados, así que de paso nos cuidábamos de la gripe A H1N1....

 Le propuse a Adrián Lentini que venga de copiloto y antes que le explique adonde pensábamos ir ya me dijo que sí. Pablo iría con su hijo Matías así que el equipo ya estaba armado. Invitamos a alguno más pero los destinos más conocidos del finde no dejaron arrimar a nadie más. Ya se lamentarán después de leer el relato.

 El terreno es interesante para la navegación y para la búsqueda de huellas borrosas, ya que es desierto semi montañoso; la época del año, con mucho frío y potenciales nevadas, le agregaba la pizca de aventura que debe tener todo viaje.

 La idea era dedicarle todo el tiempo posible para traerla capturada cueste lo que cueste, teniendo como peor opción la continuación de nuestro frustrado intento del 2007: una caminata de 9.2 km de ida y otro tanto de vuelta. Si nos sobraba tiempo, haríamos algo de travesía ferroviaria por La Trochita ó iríamos por otra confluencia difícil, la 42°S 71°O ó cualquier otra cosa que apareciese.

 Como el pronóstico del tiempo no era del todo halagüeño, con lluvia y nevadas, nos fuimos pertrechados para soportar cualquier cosa para no tener que volver a algún poblado si se nos complicaba el acceso: carpas, abrigo, comida, combustible y muchas ganas de enfrentar la naturaleza.

PORTADA    DIA 1