A SOMUNCURÁ POR LAS SIERRAS APAS

21 al 25 de mayo de 2010 – Fiestas del Bicentenario

DOMINGO 23: POR FIN EL CRUCE DE LAS SIERRAS APAS (La cumbre)





Alguna duda de la belleza de las Sierras Apas?

                La siguiente opción estaba bastante más adelante hacia el norte y el relevamiento a pie nos indicó que se podía avanzar con cuidado hasta allí y decidimos hacerlo.

                Pero en ese momento nos percatamos que el Rubio Montero, con sus 75 años se nos había escapado y se había trepado a la ladera oeste, lejos de nuestros tracks y se veía como un puntito en la montaña. Fede Alvarez se fue a ver que estaba haciendo por ahí llevándose un handy por las dudas.


Montero se nos escapó...  para arriba! !!!!

                Al llegar a su posición casi arriba de todo, unos 200 metros arriba nuestro, Fede nos informa que Montero estaba buscando una huella de herradura que trepaba zigzagueando por la ladera y que la había encontrado. Y que la huella parecía viable para las chatas.

 
Así nos veía Fede desde arriba

                Quedamos en que él la recorría en bajada, chequeando su total viabilidad y nosotros no nos movíamos hasta tener noticias. Al rato nos modula diciendo que si bien había un par de escalones bravos y bastantes piedras, se podía encarar. Retrocedimos un poco hasta la posición que Fede nos indicó y comenzamos la trepada. Como la Pampa 01 era la más pequeña fue enviada al sacrificio como punta de lanza para abrir las pasadas.




Alternativas de las trepadas en un paisaje soñado

                Con la prolija guiada de los Federicos fuimos sorteando los escalones y despacito empezamos a ver el valle desde lo alto, pasando por lugares que desde abajo no hubiéramos imaginado. Claro que por donde pasaba la Pampa 01 no pasaban tan fácil las otras dos chatas grandes pero de algún modo repartíamos el trabajo: nosotros sacábamos las primeras piedras marcando el rumbo y ellos después hacían el ajuste fino. Los que vengan después tendrán la vida fácil.


Fede Alvarez se caminó todo guiando a la perfección

                 La inestimable ayuda de Don Montero estaba dando sus frutos, aunque todos pensábamos quien sería el encargado de bajarlo después de tanto laburo para subir. La apreciación de Fede Alvarez respecto la practicabilidad de la huella fue impecable y avanzábamos subiendo lenta pero firmemente; si bien movimos muchas piedras todas eran de un tamaño manejable.


Continuamos subiendo..



 
y subiendo


hasta la que parecía era la última trepada, antes del deseado filo

 
y fue la última nomás !!!

                Cuando nos quisimos acordar estábamos en el filo, a 1480 metros de altura con una vista impresionante del paisaje. Si bien no era el punto más alto de las sierras, por la perspectiva lo parecía.


La lectura del GPS y el equipo completo en los más alto del Portezuelo del Carnotauro.


Las tres chatas posando en los más alto.

 


Nos cansamos de sacarnos fotos y festejar nuestra hazaña







El paisaje desde ahí arriba era grandioso para donde mirases

ANTERIOR    SIGUIENTE